14 de junio de 2025
Thaye Dorje, Su Santidad el XVII Gyalwa Karmapa, comparte el siguiente mensaje tras el mortal accidente aéreo ocurrido en India:
Queridos amigos del Dharma,
Sigo con una profunda tristeza los acontecimientos ocurridos desde el pasado jueves, cuando un avión de Air India con destino a Londres se estrelló en la ciudad india de Ahmedabad.
Se trata del peor desastre aéreo ocurrido en India en los últimos treinta años, y las imágenes del avión estrellándose pocos instantes después del despegue, impactando contra una facultad de medicina en un barrio residencial y convirtiéndose en una bola de fuego, han dado la vuelta al mundo y quedarán grabadas en nuestra memoria por mucho tiempo.
Hasta la fecha, se han recuperado al menos 270 cuerpos en el lugar del accidente, entre ellos los de todos los pasajeros salvo uno y todos los miembros de la tripulación que iban a bordo, así como decenas de personas que se encontraban en tierra. Muchas otras resultaron heridas, y algunas de ellas siguen en estado crítico.
La mayoría de los cuerpos han quedado carbonizados o mutilados, y las autoridades locales siguen esforzándose por identificarlos, mientras sus seres queridos esperan poder ofrecerles las últimas ceremonias funerarias.
Algunas familias y amigos, tanto de quienes iban a bordo como de quienes se encontraban en tierra cuando ocurrió el impacto, siguen esperando noticias de sus seres queridos, aferrándose en algunos casos a una débil esperanza de supervivencia. Esta incertidumbre añade aún más sufrimiento a las comunidades afectadas.
Por supuesto, como budistas, es un recuerdo constante para no olvidar la impermanencia y la incertidumbre de la vida — cultivar esa lucidez es uno de los entrenamientos más importantes en nuestro camino. Sin embargo, cuando la impermanencia golpea de manera tan brutal y violenta, afrontar la pérdida y el dolor que conlleva se vuelve especialmente difícil, y cualquier palabra de consuelo o aliento puede parecer vacía ante tal sufrimiento.
Por eso, queridos amigos del Dharma, más que pronunciar muchas palabras, dediquemos nuestras aspiraciones y el mérito de nuestra práctica a todas las víctimas de este desastre — tanto a los fallecidos como a quienes lloran su pérdida — y formulemos el ferviente deseo de que encuentren la paz que necesitan.Con mis oraciones,
Thaye Dorje,
Su Santidad el XVII Gyalwa Karmapa



